Trabajar con humor es una de las cosas más positivas que puedes tener en una organización.
Tiene varias ventajas que te voy a comentar a lo largo de esta hoja. Una de ellas y la que más me importa por la temática de este cuaderno, es que donde hay humor hay creatividad.
El humor no es otra cosa que una rotura del mensaje o del contexto de una situación determinada. Cuando algo nos hace gracia es porque se produce en nuestro cerebro, ese cortocircuito de que algo no encaja y en una búsqueda de darle sentido, es cuando se produce el cambio de significado. Una nueva interpretación, o en caso de lo absurdo, un vacío que nos descoloca y nos produce la risa.
Por supuesto que para mi el humor no solo es hacer un chiste. El humor tiene muchas vertientes. Desde un chiste, a un comentario ingenioso, a una acción cómica, un contexto inesperado, un error… Tiene mil formatos. Muchos ocurren de forma espontánea sin buscarlo. Pero cuando eso es buscado, un meme, ese comentario ocurrente, etc.. Eso es un signo de que hay creatividad. Alguien ha tenido una ocurrencia, una asociación de ideas, ha conectado dos conceptos, ha generado un nuevo enfoque de una situación, ha hecho una lectura diferente al resto…
Por ello, yo celebro y busco trabajar con personas que tengan sentido del humor. Además me gusta trabajar con sentido del humor. Tener un carácter abierto y jovial no está reñido con ser profesional y eficiente en el trabajo. Que es algo que parece que a muchas personas les cuesta entender. Sin contar que lo diferente siempre es una ventaja competitiva. (Leer hoja 131)
No voy a descubrir la pólvora en esta hoja, pero trabajar con humor también implica que haya mejor ambiente. Esto a su vez, hace que se fomente el trabajo en equipo y el compañerismo. Por no hablar de crear cohesión de grupo. Hablando de grupos, si hay ese buen ambiente y se hacen pequeñas bromas o memes, genera pequeñas interrupciones que a su vez por paradójico que parezca, aumenta la productividad. Se descansa por unos segundos y cuando se vuelve a la acción, se está más concentrado/a.
Siguiendo esta línea de las bromas, bien enfocado y con un criterio, este tipo de acciones puede ayudar a un equipo a estar alerta, tener la mente despierta y potenciar el pensamiento crítico. Dudar de todo y cuestionarlo para encontrar la mejor opción, o parar evitar transmitir ciertos sesgos, o contaminar una acción con los pensamientos y opiniones propias. Porque siempre habrá otra persona que desconfíe y busque la justificación que hay detrás de esa opción u opinión.
Trabajar con humor tiene otros puntos positivos. Para situaciones de tensión es el mejor desengrasante. En estas situaciones trabajar con humor es apostar por el lado positivo. El humor genera positivismo, relativiza los problemas. En un momento dado le quita hierro a cualquier asunto y eso es una forma de bajar la presión sobre una decisión, haciendo que pueda ser más sencillo decidir. Mientras que el estrés, la tensión, la ansiedad, empuja a que el cerebro pueda cometer errores, a que sufra bloqueos o que no tome las decisiones adecuadas. Por lo que tener ese punto de humor será un aliado.
Trabajar con humor es algo que creo que se debería promover más entre las organizaciones. Igual que ha habido un tiempo que se buscaba el mindfuness, después han surgido los gurús y coach de la felicidad y últimamente está el tema de las emociones, yo pienso que es mucho más útil gestionar el humor en el trabajo. Y os aseguro que en todos los puestos de trabajo se puede conseguir que surja el humor. En trabajos en solitario y en equipos. No digo que pueda ser sencillo, al final todo depende de las personas y su predisposición.
¿Qué pasa si no soy una persona graciosa o con sentido del humor? Si te has hecho esta pregunta a lo largo de la hoja, tranquilidad. Por trabajar con humor no significa que haya que hacer un festival del chiste o del humor en la empresa o si vas en solitario tengas que tener las alegrías de unas castañuelas. Simplemente es modificar un enfoque. Todas las personas tenemos algo que nos produce risa, que nos saca una sonrisa. Por mi experiencia, el tema del humor es encontrar ese punto y liberarse. Permitirse reír y disfrutar.
Muchas personas que son más serias, en el fondo esconden ciertas inseguridades. Inseguridades a ser juzgados por reírse o están encasillados en un estándar de ser políticamente correctos y no fallar o defraudar. Incluso una persecución constante de la aprobación de los demás para sentirse bien. Y como he dicho, el humor está muy lejos de eso. Está en la naturalidad y cotidianidad. Por ejemplo una de mis máximas del humor a parte de reírse de un mismo, es ser eficiente. Para qué ofender a una persona pudiendo ofender a todo un colectivo.