La publicidad que se elige es una propuesta loca pero creo que puede ser más útil de lo que parece.
Especialmente en el mundo online, todos estamos muy hartos de la publicidad. Ya no digo el spam. Sino de anuncios y más anuncios que nos tenemos que tragar sí o sí para poder disfrutar de algún servicio.
La teoría dice que esos anuncios están escogidos en base a los datos que tienen de nosotros. Que esos datos les sirve para personalizarnos la experiencia de usuario y para que recibamos “recomendaciones comerciales” relevantes para nosotros. Esto lo puedes encontrar en plataformas digitales de entretenimiento, redes sociales, páginas web, aplicaciones varias, etc.
Quién más quién menos tiene algún bloqueador de anuncios. Los menos, borramos periódicamente las cookies e historial de navegación en Internet, los caché y temporales en apps o directamente no aceptamos ciertas funcionalidades de “mejora de experiencia de usuario” para protegernos de esto y nuestra privacidad.
Si eres un poco más creativo, como puedo serlo yo, hay una opción de privacidad o estrategia de ciberseguridad que es jugar con sus mismas reglas a devolverle la pelota. Saturar de datos al algoritmo de estudio.
Esto es, aceptamos que van a utilizar nuestros datos para espiarnos y focalizarnos mejor los anuncios. Lo que no han tenido en cuenta es que nosotros podemos saturar de datos no reales ese algoritmo. Algo que hará que se desvirtue su análisis. Ejemplo tonto: El algoritmo de cualquier red social te muestra solo un porcentaje de las cuentas o perfiles que tu voluntariamente has decidido seguir. Sabiendo esto, si tú aumentas tus seguidos sin ningún criterio, por estadística, es más fácil que los que realmente te interesen formen parte del porcentaje que te muestra. Usando los seguidos “basura” como pantalla para alimentar el algoritmo.
Si eres de una opinión política, sigue cuentas de la opción contraria. Así de fácil es desestabilizar el algoritmo. Aun hay muchas cosas para hacer. Por ejemplo, si te gustan varios tipos de música, reparte tu gustos entre las plataformas. No dejes que tengan un perfil completo. O en algún momento pon a reproducir (con auriculares) géneros que no te atraigan. Nota, si lo pones sin auriculares, en mute, la plataforma lo sabe y no tiene tanto efecto este truco.
Pero no me quiero desviar del tema principal de esta hoja. La publicidad que se elige. Que la voy a llamar flipped ads. Esto es una parida pero así con nombre parece que es algo más genuino y como está en inglés seguro que habrá flipados snob que les pegará mejor el concepto.
Visto lo anterior, generemos varias hipótesis de partida. Antes que pagar o facilitar nuestros datos (que tienen más valor que pagar) podemos usar herramientas a cambio de que tengan publicidad.
Ya que sí o sí vamos a tener que ver anuncios. ¿Qué te parece si dentro de esa opción te dieran a elegir qué anuncio quieres ver? Imagina lo siguiente. Entras en Youtube, y en lugar de salir un anuncio forzado, te sale un pequeño mosaico con 3 o 4 anuncios. (miniaturas) No tienes que verlos todos. Solo tienes que ver uno, pero puedes elegir cual quieres de ellos.
Así todos seríamos más felices. Nosotros porque veríamos anuncios que preferimos o nos gustan. Algunos pueden tener buena música, ser divertidos, etc. Los anunciantes saldrían ganando porque el público vería el anuncio de forma más predispuesta (lo hemos elegido). Por lo que también prestaríamos más atención y tendría más impacto. Además este sería más profundo. Lo recordaríamos más.
Las plataformas que se sirven de los anuncios para sobrevivir, podrían cobrar algo más al ser más eficientes. Sin contar que si quisieran, podrían sacar datos de qué tipos de anuncios se ven más y por qué tipo de perfil. (Pudiendo asesorar a clientes). Información personal igual que antes pero obtenida de una forma más creativa y seguramente con más certeza. Como ya dije en la hoja 93 para recabar datos de forma creativa. (leer hoja)
¿Qué te parece esta propuesta sobre la publicidad que se elige?