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¿Cuánto cuesta la innovación?

Como cualquier otra actividad, generar innovación tiene un coste tanto para las organizaciones como para las personas.

imagen marítima de un palafito con pasarela rudimentaria.
Costa dei trabocchi by SDB79 (flickr)

En términos económicos, que suele ser lo que más preocupa en muchas organizaciones, es algo muy complicado de definir. En crudo, el coste está en base a los recursos que se hayan destinado. Número de personas y horas que apliquen a este fin. A esto, se le suma los gastos corrientes y fungibles. Añadimos los materiales o materias primas necesarias si se habla de experimentación o fases de prototipado.

Ahora viene un gasto oculto que no se tiene muy en cuenta, el dinero que se ha dejado de ganar por utilizar ese tiempo y recursos en generar innovación en lugar de las tareas productivas habituales para generar producto o servicio rentable.

Superado este punto, la innovación puede incurrir en otros costes o gastos. Pongámonos en el caso de que un proyecto no llega al fin planteado. Lo que se llamaría fracaso. Que no quiero que se entienda como negativo, fracasar tiene muchas enseñanzas (ver hoja 23) En este supuesto, no habría ROI de la inversión. Todo serían pérdidas a nivel económico.

Pero la magia de la innovación se abre paso. Piensa en cúanto cuesta la innovación en estos términos. Ahora ese grupo de personas implicadas en ese proyecto de fin alternativo, tienen una serie de conocimientros nuevos. Dependiendo de la responsabilidad en la toma de decisiones. Además de haber crecido en planteamientos e ideas por ver las actuaciones y enseñanzas de sus compañeras/os. Ahora serán capaces de adelantarse a una serie de acontecimientos y tener una experiencia para evitar el mismo “fracaso” en el futuro. ¿Compensa el gasto por estos beneficios?

Añadamos a la cuenta, el coste de que promover la innovación en una empresa hace que las personas que la forman, como actitud ante los desafios o retos, se muestren más activas. Por respirar innovación se tiene una mente más abierta, algo que ayuda a encontrar más soluciones a problemas. También se promueve el cuestionar lo establecido y nos lleva a uno de los pilares de la mejora continua. La autosuperación. ¿Esto sin innovación sería posible? Categóricamente no.

La innovación no solo aporta el resultado, también el camino y el proceso.

Por ello cuando se habla de cuanto cuesta la innovación hay que tener en cuenta a todos los estratos que afecta y dividir el coste entre todas esas acciones. Y como siempre digo, no verlo como coste sino como inversión.

La innovación se mueve por el terreno de la incertidumbre y de las sorpresas. Puede no ser lo más habitual, pero ocurre quizás más a menudo de lo que podríamos creer. Gracias a generar innovación y la investigación, se ha descubierto grandes cosas. Una de las más populares es la conocida viagra por parte del laboratorio Pfizer. Buscaban un medicamento para problemas cardiobasculares. Los post-it se inventaron gracias a un pequeño “error” en uno de los laboratorios de 3M. Descubrieron una goma adhesiva con poco poder de unión, pero ideal para pegar una y otra vez. El desengrasante comercial KH-7, también surgió como parte de una innovación interna de la marca que en su momento no se dedicaba comercialmente a este sector sino a los recubrimientos metálicos.

Ahora volvemos a preguntarnos, ¿cuánto cuesta la innovación? ¿Es suficientemente rentable en los casos mencionados? En cualquiera de los casos, invertir en innovación va a traer una serie de acciones positivas o mejoras para la empresa. Ya sea en producto, gestión, operaciones, conocimiento y saber hacer o como en los últimos casos mencionados, éxito.