Cocinar a fuego lento
Esto es algo que se dice mucho, cocinar a fuego lento. Sin embargo, estamos acostumbrados a lo inmediato, al famoso FOMO (miedo a perderte algo). Atracones de series para poder cumplir con los estándares de conversaciones sociales y a la multitarea en general para llegar a todo.
Esta hoja no tiene mucha creatividad, si acaso, por similitud con el llamado periodo de incubación de las ideas. (conocer más) Pero es algo que si que afecta a la gestión y la forma de la misma.
Tanta velocidad para todo nos ha llevado a buscar la diferenciación por la lentitud. Sin salir de la frase que abre esta hoja, cocinar a fuego lento, ha surgido el movimiento “slow food”. Que no es otra cosa que comer disfrutando de los sabores y de los tiempos. Tanto en su consumo como en su preparación.
También podemos ver a nuestro alrededor el crecimiento o evolución que ha tenido el mindfullness hacia el yoga, pilates y distintas disciplinas basadas en el relax, la meditación y la pausa. Según mi criterio, se ha puesto de moda por lo comentado de contraposición de lo rápido frente a esto más lento. Siendo un poco malvado, por el postureo de que en una vida con un ritmo acelerado y agenda saturada, poder decir que haces cosas relajadas o que dispones de tiempo para gastar en nada, a día de hoy, (marzo 2023) es potencialmente un signo de estatus y riqueza. Privilegios frente al resto de la población que no se lo puede permitir en términos no económicos.
Después de todo esto, sigo defendiendo que los proyectos hay que gestionarlos cocinando a fuego lento sin dejar de lado la filosofía lean startup de fracasa rápido y barato. Pero también es muy cierto que el tiempo pone a cada uno (y proyecto) en su lugar. Por muy rápido que te quieras mover y ubicar, al final todo proyecto con el suficiente tiempo termina asentándose en un determinado conjunto de configuraciones y condiciones.
Esto lo he visto con el proyecto de divulgación que tengo. A la vez que empezó allá por 2011, hubo al menos 2 proyectos más, que siguen hoy en día y que comenzamos con pocas semanas de diferencia.
Cada proyecto ha tenido sus subidas y bajadas, momentos buenos y malos, explorar un camino y otro. Me atrevería a decir que los 3 proyectos hemos pasado por las mismas estaciones. Según la filosofía, valores, opiniones personales de quien lo dirige y por donde nos hemos sentido cómodos los dirigentes.
Cada proyecto se ha asentado en un pequeño nicho diferente. Ese cocinar a fuego lento es lo que ha creando 3 platos distintos partiendo de los mismos ingredientes. En los 3 casos hacemos divulgación y educación en una misma área de conocimiento, la sexualidad. Sin embargo, cada cual nos hemos especializado de distinta forma y área.
- Mi proyecto está más centrado en trabajar de forma más explícita en los contenidos, haciendo investigación constante del mercado (observación/escucha de usuarios) y enfocar contenidos desde perspectiva digital humanista científica. (ver)
- Uno de los otros proyectos, se ha posicionado mucho más de la mano de los servicios dentro de este sector. Además de acercarse a colaboraciones con empresas privadas que facilitan productos en ese sector y especializarse en el conocimiento de estos productos para asesorar a usuarios en lo que mejor se les ajusta a sus necesidades. (ver)
- Por último el otro proyecto, su deriva lo ha llevado a acercarse más a la parte de curiosidades, historia del área de conocimiento y parte clínica. Entrando últimamente en una parte más lúdica y artística de la divulgación con una pequeña tienda de manualidades. (ver)
Como digo, son 3 proyectos similares, que comenzamos casi de forma simultánea, cada cual ha marcado los ritmos que ha querido o podido y el tiempo, el cocinar a fuego lento, nos ha llevado a donde estamos más cómodos cada uno. ¿Somos competencia? Yo no lo veo así, hemos conseguido diferenciación centrándonos cada cual en un nicho. Hablamos de los mismos temas con diferentes enfoques. Y bajo mi punto de vista, esto no es otra cosa que enriquecer la mezcla y el conocimiento. Cocinar a fuego lento para que haya más matices.