Saltar al contenido
Portada » Periodo de incubación creativa

Periodo de incubación creativa

En la creatividad existe un periodo de incubación creativa. Curiosamente no está al principio del proceso sino al final.

Levitation at forest by Joseba Mercader (flickr)

En realidad está justo antes del momento eureka. Sin embargo, desde nuestra referencia, ocurre después. Ahora después lo vais a entender perfectamente esto que digo. Es un hecho que a todas las personas nos ha ocurrido varias veces. ¿Sabes eso de que al terminar algún hecho, a toro pasado que se dice, te viene la idea, respuesta o solución óptima? Eso es el momento eureka. Ahí es donde concluye el período de incubación creativa.

El proceso creativo no es siempre igual. Tampoco somos capaces de gestionarlo de la misma forma ni como queremos. Por mucho que lo entrenemos, hay momentos en los que no. Por esto es normal que de vez en cuando sintamos que no es el momento o que estamos “espesos” para tener ideas o soluciones. Nos falla algún estímulo y la creatividad no fluye.

Técnicamente hasta donde yo buenamente he leído y experimentado, la creatividad la gestionamos desde la parte consciente. De ahí que cueste un poco más o seamos un poco mediocres. No podemos acceder a todo nuestro potencial. Eso está en el lado inconsciente, ahí viene el periodo de incubación creativa.

El periodo de incubación creativa es cuando dejamos el proceso en segundo plano, en nuestro inconsciente para que se incube.

Aquí no he investigado lo suficiente para poder dar una explicación de qué ocurre. El caso es que nuestro cerebro se queda con ese proceso abierto. Madurando la idea en base al ejercicio que hayamos hecho y con las premisas que ha guardado en la memoria a corto plazo.

Tras un periodo de incubación que es difícil cuantificar, al menos yo no sé predecirlo ni para mi mismo, de repente llega esa combinación ganadora que entra al consciente desde nuestro inconsciente. El momento eureka.

Varios años trabajando con la creatividad y con el proceso de forma más consciente, me ha dado como resultado lo siguiente. Conocerme para poder usar el periodo de incubación creativa como herramienta. Aplicarlo de forma consciente como una técnica creativa más. Que sea una parte del proceso. De ahí que esta hoja esté marcada como técnica creativa.

Vuelvo a repetir que esta parte es lo experimentado por mi mismo y como a mi me funciona. No puedo asegurar que pueda funcionar en otras personas. (Aunque por conversaciones con otras personas hay acciones que también hacen y son para el mismo fin). El caso es que he descubierto que para mi, la forma de activar ese periodo de incubación creativa se compone de la siguiente fórmula.

Comienza con un tiempo de concentración sobre el proceso creativo o idea que necesito. Generalmente comienzo buscando información sobre las ideas implicadas. Si me son ajenas, para tener una idea general. Si las conozco, para entrar en situación y recordarlo bien. El siguiente paso es empezar el proceso creativo en si. Según lo que requiera, puede ser pasar por una lluvia de ideas, quizás por un mapa conceptual, una acción de divergencia-convergencia, etc. Establezco cómo acercarme al concepto. Planteo si voy de lo particular a lo general o de lo general a lo particular.

El siguiente paso después de hacer la “mise en place” que dirían en cocina, es intentar sacar ideas “finales”. Entrecomillo finales porque aunque de entrada lo son, falta la parte que aporta esta técnica.

Después de esto es cuando ocurre la magia. El periodo de incubación creativa se activa. Dejo esta actividad de forma consciente. No obstante, se queda rumiando en mi cerebro. Como digo, ni para mi mismo sé cuantificar el tiempo que tarda en completarse y llegar el momento eureka. Lo cierto es que cuando realizo estos pasos, en mi caso, ocurre.

Me dedico a otras actividades que me ayudan a desconectar y a su vez, activan mi parte creativa. En mi caso puede ser salir a correr, hacer entrenamiento intenso en el gimnasio, practicar algún deporte exigente. Etc. Otras veces pasa por parecer que no hago nada y aprovechar el estado de duermevela. (Estar en el sofá tirado mirando al techo en estado somnoliento). A veces juego con la pareidolia con lo que tengo alrededor o directamente hago el juego de las nubes. (Aquí puedes como es) El estrés en alguna ocasión si que ayuda. En mi caso el estrés y la presión hace que mi mente esté enfocada al 100% a realizar tareas y esa situación de estar a pleno rendimiento también genera periodos de incubación creativa más cortos y eficientes.

Generalmente si estoy cansado o con mucho agotamiento mental, tarda más en producirse el momento eureka.

 

Recapitulo a modo de resumen.

  • Es muy importante conocerte y conocer como funciona tu mente en este tipo de procesos.
  • Practicar o entrenar tu capacidad de “provocar” esos tiempos de incubación. (realizar actividades que activan tu capacidad creativa)
  • Protocolizar el proceso para incluir la posibilidad del periodo de incubación creativa como una parte más del propio proceso.