El progreso como un todo, ¿es crear cosas nuevas o es destruir lo que consideramos obsoleto?
Es una pregunta recurrente que me suele venir con más asiduidad de la que me gustaría. Quien dice destruir, dice “cancelar”. Que parece que ahora mismo está muy de moda esa palabra.
En el ámbito laboral, cuando se habla del progreso, siempre se comenta que es crear robots y que eso va a destruir puestos de trabajo. Por otro lado de esa misma forma, quizás se generan nuevas profesiones y puestos de trabajo a raíz de “matar” una determinada industría o de redefinirla. Gracias al mundo online, los servicios de paqueteria urgente se han reactivado y han popularizado a los “riders”. (ver tendencia)
¿Lo vemos en otros ámbitos y sectores? La tecnología. Cuando se crea una nueva tecnología o parte de ella, a la vez se destruye una anterior. Quizás destruir es una palabra demasiado violenta, se desecha. Intento poner varios ejemplos no muy antiguos. El almacenamiento de datos, surgió con discos, posteriormente los CD-ROM y DVD (El boom de Princo y Verbatim) llegaron los dipositivos flash como tarjetas de memoria flash y dispositivos de almacenamiento SSD disparando hasta la estratosfera la capacidad de almacenaje. La popularidad de una tecnología supuso a la vez el olvido de la otra. Algo similar a las líneas 56k, primeras tarifas planas y los SMS, cuando llegaron los datos GPRS, EDGE y las distintas G de los datos móviles.
En el terreno de los sentimientos y relaciones, cuando se comienza una relación se habla de “crear una nueva vida”, incluso si es después de una ruptura. La sociedad se empeña en hablar de a reconstruido su vida. Dándole ese concepto de crear y a la vez implícitamente, destruir cuando se termina una relación. Cuando en ocasiones, solo es cambiar un estado de relación. Se puede dejar de ser pareja y seguir siendo amigos. El progreso en las relaciones también es crear o destruir.
Ahora entramos en el mundo creativo. ¿Para desarrollar un proceso creativo se necesita destruir antes de crear? Pues la respuesta es como tantas veces, depende. Para algunos procesos habrá que crear directamente, en otras ocasiones amoldar lo que ya existe y en el otros casos, destruir para poder comenzar sin influencias.
Mi opinión personal, es que hay más veces donde se destruye que se crea desde cero. En cierta manera, el progreso no es crear o destruir, sino las dos cosas a la vez. Entender el progreso como avance en el proceso creativo es un proceso mixto. Realmente son dos acciones que se complementan, a nivel creativo se crean conceptos y se destruyen para llegar a crear conceptos e ideas más avanzadas. Si revisamos las técnicas creativas más habituales, todas pasan por un proceso de destrucción o deconstrucción (como en la cocina) para posteriormente crear o construir con otra forma o disposición. (ver técnicas creativas)
En una lluvía de ideas, en parte destruimos significados de algunos conceptos para que sirvan de inspiración o llaves para entrar a otras áreas. La técnica del SCAMPER es ir punto a punto deconstruyendo un concepto y construirlo desde otro enfoque. La aplicación creativa de los 6 sombreros, también trabaja desde algo existente para re-enfocarlo. En cierta manera, dejar atrás lo que hay para abrirse a nuevas opciones.
Vuelvo sobre primera pregunta original, ¿el progreso es crear o destruir? Quizás deberíamos empezar por preguntarnos que definimos como progreso. Cual de todas las acepciones queremos plantear el progreso. Como mente creativa y ligeramente optimista ante la adversidad, diría que el progreso también es futuro. Aunque sea una concepción romántica, el futuro no está escrito, es un folio en blanco que podemos escribir día a día con nuestros actos y decisiones. Y este hecho concreto, ya es un acto de destrucción a la vez que de creación. No hacer algo o la opción descartada es destruir una opción del futuro. Mientras que lo que hacemos y decidimos, es crear una nueva línea. Son conceptos antagonistas y dicotómicos muy necesarios para el equilibrio. En mi percepción de progreso, crear y destruir son sinónimos.
¿Tú qué opinas?