Esto no es nada relacionado con la creatividad y la innovación. No de forma directa. Mi motivación para compartirlo es por si sirve a otras personas al igual que me ha ayudado a mi pasar por esta reflexión y pregunta. ¿Tú qué vacíos llenas?
Todas las personas tenemos vacíos que intentamos llenar en lugar de reducir. Comienzo yo, lo escribo aquí porque así lo verbalizo y me ayuda para ser consciente y aceptar mis vacíos. Seguramente han pasado unos meses (aproximadamente 1 año) desde que escribí y reflexioné esta hoja hasta que tú la escuchas. En ese tiempo yo sigo trabajándolo, centrado en reducirlos y no caer en la espiral de rellenarlos. Reducirlos es sentirse pleno con uno mismo, mientras que rellenarlos es buscar de forma artificial la felicidad.
Por eso considero que es tan difícil definir la felicidad. Porque la felicidad ocurre cuando somos capaces de evitar tener vacíos. Aceptar los vacíos es vital. Hablo en primera persona y os digo que la gran mayoría de veces nos conformamos y nos engañamos con la falsa sensación de relleno de los vacíos, por eso no llegamos a la felicidad plena de disfrutar. Todas las personas tenemos vacíos que ocupamos con distintas cosas.
Los vacíos emocionales los ocupamos con relaciones personales de conveniencia. Si no hay nada mejor… eso nos viene bien. Relaciones sin etiquetas o no querer definir la relación es un síntoma para identificar este relleno. De la misma forma que estar en una relación zombie o por algún tipo de interés. Yo no valoro si son mejores o peores o si sí o si no.
También hay personas que llenan ese espacio sentimental con el afecto de hijos y mascotas. Suena feo pero es ocupar un espacio donde se recibe cariño a cambio de atención. Premia la sensación de recibir cariño. Un perro siempre te va a demostrar afecto porque le das comida.
Otra forma similar de llenar ese mismo vacío es por medio de cantidad de amistades. A más cantidad y más vida social, más sensación de haber llenado un vacío que sigue sin llenarte. Pensamos que si no se deja tiempo o espacio, no hay vacío.
Otros vacíos de la vida se ocupan con otras cosas. Viajar casi compulsívamente es otra forma de llenar vacíos, más bien diría que la forma de huir de esa sensación de vacío. Recorrer países y kilómetros para escapar.
También hay vacíos que se llenan con trabajo. Las personas adictas al trabajo que nunca desconectan por ser incapaces o que se niegan a hacerlo. Aquí simplemente mientras están en esa dinámica no están pensando en sus vacíos o problemas. La adicción al trabajo también se puede entender como avaricia. Una forma de llenar el vacío con éxito basado en el reconocimiento. Hasta vendiendo humo, porque lo que se busca no el éxito, sino el reconocimiento. Cubre la necesidad de escuchar lo bueno/a que se es para reafirmarse en eso. En el fondo porque realmente no se siente que sea así.
La introspección y el mundo interior también suma a rellenar vacíos. Es otra forma de abstraerse de la realidad. Quizás haya personas que aprovechen esto para profundizar y enfrentar estos vacíos. Yo mismo lo he hecho. Hablando de abstracción y viajes, el alcohol es de las opciones preferidas para escapar de la realidad sin tener que viajar físicamente. Una ayuda para no afrontar problemas y ser condescendiente con uno mismo/a
El vacío de aceptación es aquel que lo llenamos mediante ejercicio físico, que no deporte. Se trabaja el cuerpo y se exhibe sin pudor junto a otros ideales de belleza para que sea admirado por otras personas. El vacío se rellena de la admiración y envidia de otras personas que quisieran tener un cuerpo similar. Esta opción pienso que es la que más desgasta porque requiere de un proceso continúo y cada vez más exigente.
No hay solución mejor ni peor, me queda una última opción. Ser consciente de los vacíos y buscar reducirlos que no rellenarlos. Esta opción, no es sencilla, tampoco es fácil ni agradable. Al menos al principio, después es cuando tiene puntos más positivos. En su momento, me afectó porque bajó mi nivel de creatividad. Ahora me encuentro en ese camino de superación, de haber «cerrado» vacíos gracias a la creatividad. O al menos a encauzar esos sumideros de energía. Lo digo después de haber pasado por alguno de los puntos anteriores de relleno. Y ciertamente, ahora me encuentro mucho más en paz y en conexión conmigo mismo. Por eso lo he compartido, por si alguien se para a reflexionar sobre su vida y os sirve para mejorar en esta parcela vital. Si tienes curiosidad por saber algo más acerca de mi, puedes leer aquí estas hojas del cuaderno.