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Playa vegana.

¿Has visto alguna playa vegana?

Playa vegana

Seguramente sí pero aún no se ha pervertido tanto la definición como para llegar a este concepto. Una playa vegana, por definición es una playa por la cual no se ha maltratado a ningún animal para su creación y mantenimiento. Esto incluye todos los aspectos. Aguas de máxima calidad donde no está autorizada la pesca. Y en la parte no acuática, cuando hablamos de arena, que esta tampoco contenga restos de animales.

Quizás ahora te preguntes si esto es posible. ¿La arena de playa hecha con restos de animales? Si, las playas tradicionales, en su composición de la arena, muchas pueden estar formada por pequeños restos de animales. Conchas de crustáceos en su mayoría y de corales. Que también son animales. Amén de restos óseos y similares de peces y otras especies que habitan los mares. Por supuesto no deja de tener distintos materiales pétreos (cuarzo en su mayoría) y su porción de microplásticos y restos de basura humana a nivel diminuto.

Estas playas con restos de animales en su composición, la reconocerás porque la arena no abrasa cuando la pisas durante el día. Son playas donde la arena tiene un tono muy clarito y/o dorado. Por ejemplo las del Caribe.

En las playas veganas no ocurre esto, puesto que como se ve en la imagen que acompaña esta hoja, la arena es un cúmulo de algas. Una playa donde la arena está sustituida por un gran lecho de restos de algas que han sido sacadas del mar por uno de sus temporales. En lugar de limpiarlas, si se dejan en el litoral y que la naturaleza siga su curso, forman una playa vegana. El tamaño de las algas puede ser más grande como se ve en la imagen o si ha pasado más tiempo estar muy trituradas y ser arena casi como polvo.

¿Te parece una soberana estupidez el concepto “playa vegana”? En cierta manera lo es. Es culpa del marketing y en especial de la creatividad. Como ocurre con muchas opciones sociales, en este caso la playa vegana se apoya en sesgos como el de confirmación, el de creencia, el de apoyo de grupo, el efecto arrastre o efecto bandwagon para justificar un proceso que en realidad ocurre en todas las playas. Con creatividad se trabaja la descripción del proceso natural para que parezca algo más afín a lo buscado. Afín a la filosofía que sostiene el movimiento vegano. Haciendo que se acepte y se añada a su discurso. Se le da una envoltura técnico-cientifica que apoya los principios del movimiento vegano. Generando así los distintos sesgos que justifican la existencia de una playa vegana frente a una playa tradicional.

Esto se adereza con un poco de seguir la corriente superficial y un ligero toque de desconocimiento sobre el proceso de formación de playas, ¡y solucionado! Además de que estamos acostumbrados a ver playas tratadas donde nunca hay estas algas ni otros restos que devuelve el mar de vez en cuando.

Como ya he comentado alguna vez en el cuaderno, la creatividad a veces juega malas pasadas. Ya sea por autosugestión (Leer hoja 164) o por ilusiones generadas (Leer hoja 110). Pero también se puede usar de forma intencionada, como he hecho yo un poco aquí, para inducir a otras personas en ideas o conceptos erróneos. Si no te has dado cuenta mientras escuchabas la hoja, te invito a que lo vuelvas a hacer y ahora prestes mucha más atención la explicación que doy de playa vegana y encuentres las falacias y planteamientos erróneos.

Aquí lo he planteado con algo bastante inocuo, pero tal y como están los tiempos, es más importante que nunca que sepamos identificar estas acciones mediante el pensamiento crítico y el cuestionamiento de todo. Hacernos preguntas. (Leer hoja 90). Resumiendo, usar creatividad para luchar contra la creatividad.