Saltar al contenido
Portada » Materia orgánica

Materia orgánica

De siempre estoy bastante concienciado con la problemática medioambiental, más que nada porque si no tenemos un sitio donde vivir (planeta), ¿para qué quieres el resto de problemas?

materia orgánica en la acera de una ciudad. (Restos de flores de un árbol)

En eso, he pensado en como quizás estamos cambiando partes importantes de los ciclos naturales sin darnos cuenta. Creo que uno de los más obvios es en el tema de los pantanos. No es complicado ver alguna noticia sobre el tema de realizar dragados en embalses. Un problema que hace que se reduzca su capacidad de almacenaje y retención de aguas. Ya no solo para consumo humano. También algunos pantanos tienen la función de regular crecidas de aguas por lluvias y gotas frías.

Al hacer estas infraestructuras, en cierta manera se rompe el ciclo de aportes y transportes de sedimentos. Por un lado limpiar los cauces, y por otro lado, crear zonas fértiles en los márgenes de estos debido a las crecidas. Para que finalmente esos sedimentos lleguen al mar y parte de ellos, terminen siendo arena de las playas.

Por supuesto, esto es una decisión compleja porque se tiene que valorar muchos frentes. El más evidente. Los efectos negativos que puede tener en las actividades humanas dichas crecidas frente a los efectos positivos que genera en el entorno y se convierten en beneficios para nosotros. No quiero entrar en esa discusión. Lo dejo para quién quiera o quizás lo haga en otra hoja.

Andando por las calles, es donde ha nacido esta idea y propuesta sobre la materia orgánica. La creatividad modifica mi percepción del mundo que me rodea, haciendo que vea las cosas de forma distinta a como se suelen ver. Soy un poco niño y me encanta jugar con las hojas secas de los árboles por la acera. Pero también sufro los efectos de la caída de flores de algunos árboles. Por ejemplo, cuando andas y el suelo está muy pegajoso. Si dejas aparcado el coche bajo uno de estos, verás como termina teniendo una capa de una sustancia pegajosa que cuesta quitar. Además que hace que toda la suciedad/contaminación se pegue al coche hasta el punto de estropear la pintura. Otro de los efectos negativos que he sufrido de la caída de hojas y flores de árboles es resbalones en la acera.

Ahora vamos a ver un detalle interesante. También tiene puntos positivos. Es una forma de meter la naturaleza en las ciudades. Romper el monopolio de asfalto, cemento, cristal y acero que son nuestras ciudades. Sirve de apoyo a pájaros e insectos, entre otros animales. Todo está conectado,

¿Os habéis dado cuenta que es materia orgánica? Es materia orgánica fuera de su ciclo natural.

Este tipo de materia, en su ciclo natural, termina siendo parte del suelo. El mantillo si no recuerdo mal de mi época estudiantil. Pero ¡Oh, sorpresa! En las ciudades no hay suelo natural. Todo es asfalto y cemento.

Si ya se hace limpieza de calles y recogida de “basura”. Quizás una propuesta es optimizar un poco ese proceso. Si ya en la gestión de residuos de las ciudades, en muchos lugares hay un contenedor para materia orgánica, no creo que sea especialmente costoso ni difícil, añadir este tipo de residuos naturales para gestionarlos de forma que se reintegren en su ciclo natural. Quiero pensar que ya se hace en muchos lugares. Comenzar un proceso de descomposición para convertirse en abono y nutrientes para otras plantas.

Si no se utiliza para los jardines y zonas verdes del municipio, quizás se pueda utilizar simplemente para ayudar a zonas de naturaleza cercana fuera de la urbe enriqueciendo el suelo y apoyando a que sea fértil.

La propuesta es aprovechar la limpieza de las calles para generar de forma natural un sustrato útil para la vegetación.

No recuerdo si compartí aquí la reflexión sobre el problema que podría tener un exceso de naturaleza en las ciudades. El exceso como la falta son un problema. Esto no quita que podamos ser más eficientes en la gestión de todo tipo de residuos y aprovecharlos en la proximidad para generar beneficios en la naturaleza y de forma indirecta en nosotros mismos.

Voy a ser menos verde, quizás lo comentado hasta ahora es demasiado idílico. No sería el primer municipio que aprovecha estos recursos naturales para mercadear y generar ingresos económicos. Al menos, plantearlo como en Málaga con sus naranjas (leer noticia diario SUR) o el Camalote del Guadiana. (Leer noticia el diario)

Quizás este tipo de materia orgánica que comento en la hoja, se puede comercializar y vender. Ya sea para lo comentado de convertirlo en compostaje, o quizás, gracias a investigación e innovación, descubrir que aporta nueva soluciones en otros campos. La creatividad y la sostenibilidad también pasa por esto. Buscarle nuevas aplicaciones a los residuos para convertirlos en materia prima.