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Lo que no quiero hacer

Voy a confesar un hecho sobre mi. Me aterra profundamente no saber hacia donde quiero o tengo que ir. En cualquier faceta de la vida. Y supongo que no soy al único que le ocurre esto.

Me siento perdido y quiero salir hacia adelante. Pero en muchas ocasiones cuando no tengo claro a donde quiero llegar, lo que hago es cambiar mi punto de vista.

Anes Ortigosa, Componente Creativo

Tengo claro a donde NO quiero llegar y por donde NO quiero pasar.

Sabiendo las cosas que no quiero hacer, reduzco mis opciones de lo que sí quiero hacer. En esas cosas que no quiero hacer es:

  • Cuando hablo o escribo sobre motivación y optimismo, no quiero vender humo. Pronunciar o escribir las cuatro palabras del momento para parecer un experto en la materia. Hablar o decirle la gente, a ti que lees esto, lo que tienes que hacer sin antes haberlo probado por mi mismo o haberlo contrastado.
  • Motivar a otros a hacer cosas es de lo más emocionante que hay. Ayudar a otras personas a niveles tan profundos para que consigan cosas por ellos mismos sus metas. Pero no quiero hacerlo alentándoles que todo se puede conseguir y que es cuestión de actitud y aptitud. Que a mi nunca se me agotan las baterías. Soy humano como todos, y tengo más días bajos que altos. Y eso también tiene que conocerlo la persona a la que animo.
  • No quiero aburrir a gente citando a otros personajes célebres o con trascendencia. No voy a estar diciendo cosas de según estudios… Odio la gente que se estudia el diccionario para aprenderse palabras inusuales para darle a su discurso más credibilidad. Si puedo convencer a un niño, es porque mi discurso es coherente, no porque aparente tener unos conocimientos desmedidos.
  • Trabajo muchas horas en soledad frente al ordenador, y en equipo frente a personas. Mi camino no lo hago yo solo, voy acompañado de familiares y amigos. No están sentados a mi lado mientras escribo estas líneas, pero si están diciéndome su opinión sobre lo que hago.
  • No quiero hablar de cosas inmateriales sin demostrar y probar que porque no las veamos, oigamos o palpemos no están ahí. No soy especial ni extraordinario, soy normal y por ello si creo en algo, confío en ese algo.

Siempre tengo claro lo que no quiero hacer, y esto es lo que me impulsa a hacer todo lo demás. Porque lo que no está en esta lista sé que es una opción a explorar. No voy a ser el mejor, ni el único, sin embargo sí que voy a ser el auténtico.

Borra de tu mente la frase de moda: “se la mejor versión de ti mism@”

Sustitúyela por “voy a ser la versión auténtica de *inserta tu nombre*”

Hoy no te puedo ayudar más.