Saltar al contenido
Portada » La hipocracia y sus efectos

La hipocracia y sus efectos

Vivimos en una sociedad donde reina la hipocresia y donde todo es mentira. Todo se basa en mentiras y falsear la realidad u ocultar partes de la misma.

ejemplo de la hipocracia. Una oferta de empleo donde apuestan por la igualdad de género a la vez que preguntan por el género

No se facilita la naturalidad o hacer cosas que se consideran tabú. Está mal visto socialmente que puedas dar a me gusta o retuitear un contenido sexual. (Yo mismo he retuiteado alguna vez contenido de educación sexual y he perdido seguidores)

La hipocresia está en todos los circulos de la sociedad. A nivel laboral, todas las empresas dicen que buscan el talento, trabajan con personas. Pero si te fijas, los consejos de reclutadores y gente de recursos humanos en general, todos te recomiendan que tengas un perfil profesional y evites u ocultes tu perfil personal. Ya que “como no sabes a quién te diriges” es posible que alguna cosa que compartas o digas a nivel personal no sea bien visto por la empresa o reclutador en cuestión.

Quieran o no, están induciendo a que tengas un perfil profesional “enfocado” a la empresa o el tipo de puesto que quieres ocupar. Dicho de otra forma. Que proyectes una imagen, que pese a no ser real sobre ti, si que encaja es un estereotipo claro que todos tienen sobre el “ideal” que debe ser la persona que ocupe ese cargo.

La Hipocracia llega más lejos y es mucho más descarada, siguiendo el tema empresarial y de recursos humanos. No son pocas las empresas que para optar a un puesto de trabajo, te indican con letras muy grandes que apuestan por el talento y que cumple con la ley de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Algo que ya es hipocracia en si. Puesto que el talento no está vinculado al género. Si el talento hace que en un equipo haya más un género que otro, no es dicriminatorio, es casualidad de talento. Pero esto no es politicamente correcto.

Volviendo a la empresa, si les da igual dar un determinado cargo a un hombre o una mujer, no deberían preguntar en el cuestionario qué género eres. (Pocas o ninguna obvia esta pregunta) Lo mejor es que aun queriéndolo saber, si tuvieran un mínimo de creatividad o hubieran leido la hoja 93 de este cuaderno (Leer), sabrían recabar esa información de forma creativa. Concretamente conociendo el nombre hay muchas posibilidades de deducir que género tiene esa persona.

Buscan un perfil deshumanizado porque según su marketing, lo que más valoran es el talento y las personas. Pero para poder valorar a una persona, mejor hacerlo sin el componente humano. Perfiles en redes sociales no personales y si tienes uno personal que esté oculto para dichas empresas. Hipocresia, que convertido en estilo generalizado o tipo de sociedad lo llamamos hipocracia.

¿Por qué no se puede mezclar la parte personal con la profesional? Si yo quiero contratar a alguien, yo se que un título en cierto modo le aporta un nivel de conocimientos y aptitudes en un sector. Pero si realmente buscas talento y buscas capacidades, tendrás que saber como es esa persona en su día a día. ¿Nos vamos a sorprender de que alguien tenga en sus redes sociales imágenes consumiendo alcohol? Alcohol que en forma de cerveza es de los productos más consumidos y aceptados socialmente como bebida social. En concreto 8 de cada 10 personas consumen cerveza. (Fuente infome Ministerio) Aunque su consumo no sea siempre todo lo responsable que debería, que levante la mano a quién nunca se le ha subido el alcohol y ha tenido algún momento de exaltación de la amistad.

Otro ejemplo de que vivimos en una hipocracia y que es un tópico. Las redes sociales. Todos somos conscientes de que se usan para mostrar y compartir “la mejor versión” de nuestra vida. Siempre hay excepciones, no seré yo quien generalice, porque yo mismo soy de compartir poco mi vida personal a esos niveles. Pero existe y ocurre de forma generalizada lo que comento.

El famoso postuero, es hipocresia. Todo por un like, pero ¿cuantas veces no se ha manipulado entre comillas una imagen para parecer que era lo más “cool”? O se le aplica innumerables filtros antes de publicar para después decir “sin filtros”. O comentarios y estados que venden felicidad y bienestar y en realidad no se está así. Deberiamos admitir y aceptar que otros estados anímicos que no son la felicidad también son naturales y una opción. Quizás el problema sería estancarse en un estado anímico. Pero todas las personas pasamos por momentos alegres, tristes, enfados, etc.. Tampoco es cuestión de llevarlo a puntos ultra intensos.

Todo esto nos lleva a la aparición de las llamadas cuentas B. Cuentas en distintas redes sociales, que son completamente opuestas a las “oficiales” de una persona. Incluso se usa un pseunónimo para no tener referencias sobre quién es la persona que la gestiona. Me alegra saber, que por ejemplo en instagram, algunas personas, en especial los jóvenes, se crean estas cuentas y las promocionan en su cuenta principal, nombrando que tienen una cuenta privada o B. Esto me hace pensar que pese a que se mantiene la línea de lo politicamente correcto, lo natural y la incorreción se empieza a abrir camino y hacer brecha en la hipocracia. Aunque solo sea para los circulos más cercanos de cada persona. La naturalidad del ser humano como humano.

Todo esto, ¿a qué nos lleva? Debemos darle naturalidad a la cosas. La mejor versión de ti mismo/a no es una versión perfecta, necesitas ser la versión más autentica de ti mismo/A. Esto enlaza con la aceptación del fallo y el fracaso como parte del éxito. Ya lo he comentado en alguna hoja del cuaderno creativo. (leer más sobre el fracaso)

La hipocresia funciona porque se ha instaurado lo politicamente correcto. Con ese tipo de mentiras, en el fondo se busca “encajar” en el grupo. En la sociedad, como personas se nos potencia el que debemos pertenecer al grupo y para eso debemos ser como establece el grupo que se tiene que ser. Salirse de ese estándar es atacado y señalado con presión social. Se busca cambiar esa conducta o pensamiento discordante (disruptivo). Justamente, la muerte de la creatividad y en segundo plano el pensamiento crítico. Se potencia la rutina, lo homogeneo y lo estándar. Hemos llegado al punto de que un acto de rebeldía es subir una foto sin filtros (de verdad) en las redes sociales. En el caso de las chicas, a cara lavada o mostrando que se tiene celulitis. La naturalidad como rebeldía, eso es la hipocracia.

Es posible que esta hoja del cuaderno te haya recordado a algo que se comenta de vez en cuando.

El concepto de mediocridad y la mediocracia, pero en realidad es una perversión de la creatividad. Usar la creatividad para crear burbujas irreales que agraden a todo el mundo. Y como he dicho, la muerte de la creatividad real y auténtica.