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La creatividad del espíritu navideño

La época de las navidades es sin duda el tiempo más potente para la creatividad. El espíritu navideño es la mayor expresión de creatividad conjunta que existe.

Los 3 Reyes Magos y el espíritu navideño

Pensando como adultos, las navidades con la fantasía de Papa Noél y los Reyes Magos son unas semanas donde prácticamente toda la humanidad en cualquier lugar del mundo participamos de una misma ilusión. Los motivos de por qué “apoyarla” pueden ser muy variados y personales.

Este año, he tenido la oportunidad de experimentar en primera persona como es el espíritu navideño en la sociedad actual. O visto de otra forma, la creatividad colectiva. En mis días desarrollando funciones de “figuración de personajes navideños” he podido observar muchos patrones que existen en torno al espiritu navideño y que se puede clasificar a grandes rasgos según las edades.

También aclarar que como ocurre en la creatividad habiutal, hay personas que no creen o no quieren participar. Más adelante os detallaré un poco este hecho.

Sin lugar a dudas los más pequeños de la casa son las estrellas de estos días. Todos los aspectos de la ilusión están pensados para ayudar a creer en los más pequeños. Por la experiencia personal, os puedo cometar que hasta los 5 o 6 años. Todo funciona sin problema. Entran a la ilusión en todas sus formas.

En los siguientes años, hasta los 10-12, esta fascinación cae, descubren la verdad y en cierta manera se sienten engañados. No obstante, muchos mantinen las apariencias y dado el caso, hasta te siguen el rollo.

La adolescencia y adultos jóvenes, bajo mi experiencia, es el punto débil de la ilusión. Suelen ser los que menos apoyan la idea. Aun así, muchos mantienen las apariencias y llegado el momento te siguen el rollo si tienen algún familiar más pequeño.

Ahora me centro en el tema creativo. Como ya he dicho, para mi el espíritu navideño es pura creatividad. Es una fantasia inventada entre todos que año tras año participamos en mayor o menor medida.

Al igual que ocurre con los juegos populares, en cada casa existen unas reglas, para la navidad también. En líneas generales todos tenemos clara la historia, pero es en los detalles donde están las diferencias y donde más me he divertido jugando con la gente. En esta parte me fascinaba escuchar y dejar que desarrollaran propuestas. He escuchado cosas sorprendentes, y no solo de niños.

El caso es que el espíritu navideño lo inunda todo. Como ya he dicho, mucha gente participa de forma muy activa y es fantástico. Pero quiero resaltar la parte de la gente que no juega tan a favor. Ha habido gente borde, que respeto su opinión y sus motivos y por eso mismo no voy a comentar mucho más. Algunas de esas personas creo firmemente que se lo tendrían que hacer ver. Sin embargo, si que me quiero quedar con la gente que no “cree” en la navidad pero con un pequeño empujoncito, terminaban lléndose con una sonrisa.

Muchas personas adultas se sorprendian cuando interactuaba con ellas. No se lo esperaban. Justamente esa sorpresa se les notaba en la cara y segundos después del “susto” de hablar con un desconocido disfrazado, pasaban a sonreir y transmitir felicidad y alegría. Otras personas llegaban a pararse y entablar conversación. Al final el hecho es que como comentan varios estudios, la felicidad se contagia. (noticias y estudios) Una persona que se rodea de personas felices tiene más facilicidad para ser feliz y por ejemplo salir de una depresión. Mientras que curiosamente, lo contrario no ocurre. La tristeza no se contagia.
Entonces después de esto, yo me he planteado (llevo un tiempo pensando sobre esto e intentando avanzar con pruebas y tal)

¿Y si la creatividad puede ser una herramienta muy potente para resolver ciertos problemas a nivel mental o emocional?

Por supuesto que habría que conformarla con una metodología y sistema, pero como idea en bruto no es tan descabellada.

La navidad es un gran ejemplo de lo que puede hacer la creatividad. Al margen del significado religioso, es una gran acción creativa realizada de forma colectiva en la cual de forma casi inconsciente, gran parte de las personas estamos más abiertas a interactuar y disfrutar. Porque lógicamente la gente interactuaba conmigo porque no veian a una persona, sino a un personaje inventado y en muchas ocasiones idealizado. Todo fantasía. Una fantasía que les servía para evadirse de la realidad por unos segundos. Esto trasladado a otros campos, quizás sea un gran territorio de desarrollo de la creatividad que podamos explotar y explorar en los próximos años. Usar la imaginación para trabajar temas concretos que de otra forma serian más complejos.

Como ejemplo, os comentaré por último el caso de varias personas mayores (+65) que dando por hecho que “el personaje” no era para ellos terminaron jugando la fantasía de la navidad. Según hablaba poco a poco iban aceptando la idea. Me seguían el rollo desde el escepticismo que fueron abandonando en esos 5 o 6 minutos de “juego”. En los cuales terminaron confensando que habían vuelto a ser niños y revivir esa ilusión. Y os puedo decir que aproximadamente un 40% terminaron pidiendome la carta de los Reyes Magos para rellenarla en casa solo por la ilusión de volver a hacerlo. (Aparte de alguna que cogieron para nietos/as)