Cuando se habla de creatividad, en muchas ocasiones se piensa en la improvisación.
Hay muchos tipos de improvisación, por ello especifico que voy a hablar de la teatral. Ya que llevo un tiempo practicándola con un grupito de gente. (aquí)*A fecha de escritura de la hoja, (diciembre 2021) 4 meses.
He de decir que la improvisación me ha hecho romper muchas ideas prefijadas que tenía sobre ella. Es cierto que al manejar la creatividad para otras áreas y tal, algo ya intuía de por donde podría ir el concepto. En cambio, una de las ideas prefijadas, es que la improvisación tiene bastante teoría detrás que no va en la línea de la creatividad sino de conocerse uno mismo.
Otra cosa que me ha llamado mucho la atención es que en este campo, pese a que hay que dejarse llevar por la situación para que la acción fluya y la escena se desarrolle, los improvisadores tienen que mantener una actitud neutra. Tanto dejarse llevar en exceso como estar frío, provoca una falta de concentración y puede sacarte de la improvisación que está ocurriendo.
Este es otro punto que me gusta mucho, la improvisación no está en el imaginario de las personas que actúan ni en quién la ve. Es intangible y está en el propio espacio escénico. Esta parte me gusta mucho porque para creatividad aplicada a procesos, nunca me lo había planteado. Y es algo que ayuda a generar más ideas y que se siga un planteamiento alineado entre todas las personas.
La improvisación tiene cosas en común con la creatividad aplicada en el mundo empresarial como la parte de aceptar o de evitar la negación. Todo sirve y se puede incorporar.
Aunque ahora voy a seguir por el camino de las diferencias. Algo que echo de menos respecto a procesos creativos aplicados, es que en la impro todo es abierto. Se puede trabajar cualquier tipo de propuesta. Desde algo realista a la fantasía más loca. Que es muy positivo. Especialmente para mi, que muchas veces estoy encorsetado en tener que trabajar propuestas que se puedan bajar a la tierra. Para encontrar propuestas si que salgo de los límites pero luego hay que adaptarla y transformar la idea para que entre en los términos reales.
Hablando de esta parte del proceso, que no es más que las fases divergencia y convergencia, es cierto que me ha llamado la atención en varias ocasiones. Además hay alguna diferencia sutil. En el tiempo que llevo, he detectado que estas fases en la improvisación son más aleatorias que en procesos creativos “cerrados”. En los procesos creativos se puede encauzar y es algo previsible. El propio proceso lo genera. Al menos cuando yo los he vivido, se pueden dirigir y controlar. En cambio en la improvisación, esas fases se alternan como es lógico, pero no tienen una pauta concreta.
De las últimas diferencias que os quiero compartir entre la improvisación y los procesos de creatividad aplicada, es que al menos lo vivido por mi, la improvisación tiene una aplicación terapéutica muy clara. Yo en este campo no entiendo, pero creo que por las partes que trabaja y al estar mucho más centrada en la persona y su interior, para según que cosas, puede ser una herramienta de terapia bastante útil. En cambio, la creatividad aplicada que suelo trabajar, aunque la quisiera enfocar a ese sector, creo que sería más complejo para poder obtener resultados y que fuera una herramienta potente. Aunque de igual forma, con según que ejercicios, se puede llegar a explorar el interior de las personas y sacar algunas indicaciones sobre pensamientos, prejuicios, y demás de las personas.
Recuerda que la creatividad hay muchas formas de practicarla. (leer ejemplos)