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Desconocimiento. El apoteosis de la ignorancia.

El aliado secreto de la creatividad es el desconocimiento.

Mayman? by Eduado Vera-Palomino (flickr)

Puede parecer una locura, pero es algo fácilmente contrastable y además tiene una justificación razonada. Si dentro de la creatividad y la innovación buscamos eso que está tan quemado como la disrupción, el camino más corto es el desconocimiento.

Os lo argumento. Por definición, algo disruptivo, es algo que se sale de lo común. Algo que rompe la norma, que está más allá de lo esperado. Para que ocurra esto hay varios caminos. Uno de esos es el desconocimiento. En el fondo tiene una parte de curiosidad, que es algo de lo que ya he hablado en alguna ocasión en el cuaderno. (Leer hoja). La idea es que cuando no se conoce algo, todo es un campo virgen por descubrir y explorar. Llevándolo a un plano más elevado, no se tienen ideas preconcebidas, ni planteamientos preestablecidos. No hay normas, barreras, ni pensamientos limitantes. Por lo que las ideas fluyen cual fantasía.

Una persona con formación en un campo de conocimiento, involuntariamente conoce los límites y tiene ideas preconcebidas. Cuando se ignora ese conocimiento, también se ignoran las normas y reglas de ese sistema. Lo que permite construir ideas a partir de otros criterios. ¡Ojo! Después de esto, el proceso creativo disruptivo continua con una fase de validación y confrontación de la realidad. Pero de entrada, el desconocimiento permite trabajar sin barreras ni pensamientos limitantes. Es la materia prima para construir castillos en el aire.

La otra opción para llegar a este punto es trabajar con lo que llamo la dimensión espejo, (leer dimensión espejo) aplicar en serie la técnica de SCAMPER, o ser personas con un alto entrenamiento en ser capaz de pensar en conceptos sin caer en estereotipos o barreras. Y esto último os aseguro que es muy difícil. Todas las personas aunque no queramos, por defecto, pensamos en base a una serie de criterios y reglas. Es lo más cómodo para nuestro cerebro e imaginación. Construimos a partir de recuerdos y cosas que conocemos.

Esto enlaza automáticamente con el concepto de trabajar con equipos multidisciplinares. Aquí siempre se busca personas expertas en distintos campos, pero pocas veces se plantea todo lo que puede aportar alguien sin conocimiento. Esa persona o personas, serán las que tendrán las mejores ideas y abrirán caminos donde no se cuestiona. Serán las personas que indicarán el camino a seguir para trabajar el pensamiento lateral.

Realmente es una forma de crear artificialmente un entorno propicio para que la mentalidad de grupo se enfoque en ese mundo del pensamiento lateral y se escape a los límites del conocimiento.

Me encantaría poder compartiros un caso real y concreto sobre como el desconocimiento ha conseguido hacer avanzar un proyecto y sacarlo adelante por el camino más inesperado. Pero mientras he estado preparando esta hoja del cuaderno no he encontrado un caso claro que poder proponer y explicar aquí con detalle. Pero os aseguro que más de una vez, me llegado inspiración por esta vía. Comentar con alguien las “movidas” del día a día, y en esa conversación distendida de bar, desde su ignorancia, aportarme otro punto de vista o enfoque del problema y gracias a eso encontrar la luz para solucionarlo.

Y con esto, termino la hoja del cuaderno. Con el consejo de que busquéis la ignorancia y dejarlos enseñar por ella. Desaprender para aprender.