L@s economistas son esas personas adictas a los números que parecen serios hasta que descubres cosas como las que comento en esta entrada.

Yo sigo en mi cruzada de demostrar que con creatividad cualquier tema puede ser mucho más interesante y divertido. En esta ocasión voy a destacar algunas cosas divertidas o al menos curiosas que existen en el aterrador mundo de los números que forman el sector de las finanzas y la economía.

Aviso de que la información que comento a continuación sobre finanzas y economía no es mía puesto que no es un sector del que esté especialmente familiarizado. Lo que he hecho es investigar sobre este campo y aquí hacer un pequeño mix de lo más curioso que he encontrado.

Pues bien, hay un índice que se llama el “índice Big Mac” Si, es por la hamburguesa. Este índice sirve para comparar países. Al ser un producto que se vende prácticamente en todo el mundo lo que se hace es comparar el precio de dicha hamburguesa en un país y otro. Los expertos comentan que guarda cierta relación el precio con el PIB per capita del país. Es cierto que hay otros muchos productos que están a nivel global y que también se usan como indicadores. Por ejemplo el ipod. Pero el que llegó primero fue la hamburguesa. Concretamente se creó en 1986 por la revista “The economist”.

También es popular el hecho que cuentan de que en épocas de crisis económica aumentan las ventas de los pintalabios y en concreto los tonos rojos más intensos. Los expertos lo justifican porque las mujeres cambian sus hábitos de consumo y caprichos a objetos más baratos. Cambian bolsos, tacones y perfumes por estas barras de labios. Antes muerta que sencilla.

Uno de los que más me ha llamado la atención son “las camareras sexys” (hot waitress index) Según cuentan, en el periódico New York Magazine fueron de los primeros en hacer esta apreciación. Cuando hay un aumento de camareros y camareras guapos/as o atractiv@s es una señal de que estamos en crisis económica. A más nivel de “guapura” peor está la situación. Al menos, así aseguran que ocurre en la ciudad de los rascacielos. Lo justifican porque al haber destrucción de puestos de trabajo aumentan los candidatos para este tipos de puestos y pueden escoger entre más candidatos para ofrecer una mejor imagen y “alegrar” al cliente.

Con estos ejemplos que he puesto está claro que los economistas también tienen que tener una mentalidad abierta y mucha capacidad de observación para sacar estas relaciones entre la economía y otros hábitos o costumbres. Todo esto es posible porque en algún momento alguien no se quedó en lo que era lo “normal” en esa época. Decidió dar un paso más. Muchos pensareis y diréis que esto no tiene que ver nada con la creatividad, pero yo pienso que hay que ser muy creativo para estudiar estos casos y además que sean más o menos fiables para que se tengan en cuenta y sean algo más que una mera anécdota.