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Alterar votaciones con creatividad

La creatividad y el mal es algo de lo que ya hablé. Por ejemplo en la hoja 152, o más recientemente, la 218.

Imagen de resultados de una votación por conteo manual.
Elecciones #19 by lalación (flickr)

Pero no dije nada de ejemplos concretos. Hoy me apetece hablar de esto y poner casos concretos de cómo aplicarla. Desarrollo de estrategia para alterar votaciones con creatividad. Por un lado, porque en el hipotético caso de haberlo hecho, ya ha prescrito. Y por otro lado, porque estas cosas de jugar con los límites del bien y del mal, especialmente del mal siempre han sido una debilidad.

Pongamos por ejemplo los clásicos concursos que tienen votaciones del público. Empecemos por algo tan básico como escoger a la más guapa de un conjunto de personas.

Con el tiempo han ido cambiando las dinámicas de votaciones y del televoto. Sin embargo, la filosofía de cómo manipularlas ha seguido igual. El truco siempre está en conocer como funciona y alterar votaciones (el resultado) aguas arriba de donde se establezca el punto de control.

Pongámonos al principio de los 2000. Las votaciones online eran tan básicas que el control en páginas webs se basaba solo en registro de IP del dispositivo. Con algo de paciencia y una IP dinámica bastaba para emitir votos repetitivos y fraudulentos. Aquí también entra en juego la estrategia. A veces subir votos en positivo no es la opción, sino fijarse en la competencia y o bien trabajar votos negativos o hacer algo más creativo. Meter votos fraudulentos de forma más masiva y «detectable» (en esa época había cibercafés) en la competencia, para luego levantar el aviso de que esa competidora ha tenido votos fraudulentos y la descalifiquen subiendo la que nos interese. Esto era común hacerlo entre varias personas con cierto tiempo libre.

Quizás estés pensando que hace años es que era mucho más fácil hacer estas cosas. No lo niego, por ello te voy a poner otro ejemplo de cómo alterar votaciones ante notario y hacer «sorpassos» como le gusta a cierta cadena de televisión.

Aquí la estrategia es literalmente aguas arriba. Por supuesto la gente emite votos de la forma que tú quieras. Mensajes SMS, llamadas a números de tarifación adicional, votos por apps, etc. En algún momento como puede ocurrir, se puede “colapsar” el sistema de votación. De forma casual, sólo para alguna de las opciones de voto. Aunque esta opción es verdad que hace tiempo que no se comenta nada por redes sociales.

Para alterar votaciones con notario, hay que tener claro lo que hace el notario. Que es dar fe de lo que vea. Si estuviera en un espectáculo de magia, hablaría solo del show. En nuestro caso, eso es de la cantidad de votos recibidos en cada opción. Pero no puede comprobar más atrás del proceso, más cerca del origen. En el show, la preparación del truco por parte del mago. En las votaciones, como mucho, puede ver el formato de entrada. Con las formas habituales de los club de fans de crear líneas de recarga para emitir el máximo número de votos diarios permitidos, es fácil “camuflar” otras alteraciones. Esto sería las distracciones de los magos o cuando te dan un objeto a comprobar. Obviamente ese objeto es lo que es.

Todo tan sencillo como modificar la base de datos. Desde marcar más SMS desde números que ya te han votado una opción, hasta subcontratar votos en granjas de móviles. O tener gente en una centralita como las de las redacciones o teléfonos personales, y emitir votos masivos con llamadas donde posteriormente redistribuyes el ingreso que has obtenido desde ese número. Las tarifaciones adicionales generan beneficio a quién lo pone en marcha, por lo que te pagas a ti mismo.

Eso funciona en usos lúdicos, pero ¿sabéis qué son también votaciones y tampoco estamos libres de que el sistema sea 100% auditado y sin opciones de alterar resultados? Las elecciones políticas. A excepción de que se contraprograme la creatividad de fraude con creatividad en seguridad, estamos vendidos. Como se acercan las elecciones, os dejo la hoja de la política 3.0 de 2015. La hoja 51 del cuaderno.